VIOLENCIA DE GÉNERO

CÓMO ACOMPAÑAR A UNA MUJER QUE SE ENCUENTRA DENTRO DE UNA RELACIÓN DE VIOLENCIA

 

INTRODUCCIÓN

Para poder acompañar a una víctima de violencia de género, es importante comprender que este hecho ha estado y está presente a lo largo de nuestra historia, ya que es el marco cultural desde el que nos hemos construido, el cual fomenta la desigualdad entre hombres y mujeres. Concretamente, en las relaciones de pareja observamos que la mujer era la parte más emocional y encargada del cuidado y el hombre era la parte más racional y es el que tenía que tomar las riendas de la relación y, para conseguirlo, la violencia era un medio aceptado.

Hoy en día, ese uso de la violencia sigue estando presente en un gran número de relaciones de pareja, por lo que es importante abordarlo para que este problema vaya desapareciendo.

 

IMPACTO DE LA VIOLENCIA EN LA MUJER

Cuando una mujer se encuentra dentro de una relación violenta, ésta tiene un impacto muy negativo en ella. Dicho impacto, no es el mismo cuando el maltrato se está iniciando que cuando lleva tiempo presente en la relación y éste se recrudece.

Son personas que sufren muchísimo y se encuentran “atrapadas” en la relación. Ellas tienen que enfrentarse a un proceso muy complicado donde podemos ejemplificar la siguiente sintomatología:

  • Emocional: culpa, angustia, tristeza, desasosiego, pérdida de sentimientos de seguridad en sí misma, miedo, desesperanza… “Quizá yo sea la culpable de que se ponga así ya que me equivoco con frecuencia”.
  • Cognitivo: ideas negativas en su autoconcepto, dudas sobre su valía y capacidades, incapacidad para concentrarse, etc. “No soy capaz ni de hacer la compra bien”.
  • Conductual: abandono paulatino de sus actividades, de su red social, hipervigilancia hacia el hombre, llanto, abandono de su autocuidado (ya no se maquillan, dejan de usar faldas que antes se ponían…).
  • Fisiológico: tendencia a estar más activada, pulso más alto, fatiga, insomnio, enfermedades psicosomáticas, etc.

A todo ello, hay que sumarle los daños orgánicos producidos por las lesiones físicas, así como la aparición de otros trastornos como los depresivos, los relacionados con la ansiedad y el estrés postraumático.

 

CÓMO ACOMPAÑAR

Durante el acompañamiento, nosotros/as nos vamos a sentir muy frustrados/as y con altas preocupaciones. Por ello, es importante que también nos cuidemos en dicho proceso para poder acompañar de una manera adecuada. Para conseguir este último objetivo es importante:

  • No juicio: debemos estar a su lado sin juzgarle por mantenerse en la relación. Si lo hace no es porque quiere sino porque no sabe cómo salir, porque tiene miedo y es muy complicado hacerlo.
  • Estar disponibles: es importante que cuando la víctima recurra a nosotros/as, nos mostremos disponibles para poder ayudarla y estar con ella.
  • Animar a que vayan a denunciar: animar es una cosa y presionar es otra distinta. Es difícil dar ese paso y es importante que seamos conscientes de ello sin dejar de animarla a que lo haga ya que es importante que se proteja.
  • Ser agentes de protección, pero con paciencia y no favorecer el aislamiento: Nuestro acompañamiento para la víctima es muy importante ya que el hecho de que no se encuentre sola y aislada va a ser un factor de protección para ellas.

Si estáis ayudando a personas atrapadas en la violencia, teneros en cuenta en dicho proceso, cuidaros, intentad entender a la persona a la que ayudáis para aumentar vuestra tolerancia a la frustración y continuad en la medida en la que podáis, continuad. Desde AtienzaBoada queremos seguir en esa lucha, por ello disponemos de profesionales que ayudan a librar dichas batallas.

 

Cristina González Díaz

AtienzaBoada Centro de Psicología

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AtienzaBoada Centro de Psícología