MÁS ALLA DE LA ADICCIÓN

 

La adicción está mucho más presente en la sociedad de lo que se pueda imaginar a simple vista. No sólo por las personas con adicción, sino por la repercusión que tiene en su entorno. Según la revista Drugs: Education, Prevention and Policy aproximadamente 100 millones de familias cuentan con algún miembro con adicción.

Es normal que el foco se ponga en las personas afectadas, pero no debemos olvidar el sufrimiento de los familiares y entorno cercano. Además, debemos tener en cuenta que la adicción va haciendo mella poco a poco, de forma progresiva. El tiempo medio de toma de conciencia de la enfermedad y tratamiento es de unos 6 años.

¿Qué le ocurre al entono de la persona con adicción? 

  • Confusión y  desconocimiento sobre la enfermedad. No entienden el porqué de la adicción, la forma que tienen de actuar con su entorno, en el trabajo… y consigo mismxs. Su forma de sentir y cómo la adicción controla su vida, y le desconecta de todo lo demás.
  • No saben cómo ayudar a su familiar. Normalmente, estas familias han intentado por todos los medios cambiar la situación, que deje de consumir… pero nada funciona, y eso genera en ellos mucha impotencia y desesperanza.
  • En muchas ocasiones, al estar expuestos a un estresor continuado en el tiempo, los familiares pueden desarrollar diferentes problemas como ansiedad, estados de hipervigilancia o patrones de no cuidado por sí mismos.
  • La culpa es uno de los aspectos más presentes en las familias con algún miembro con adicción. A veces, en el intento de buscar explicaciones sobre por qué su familiar consume, ellos se ubican como los responsables. ``Qué habremos hecho mal´´, ``cómo no lo hemos visto…
  • Estas familias suelen tender a la sobreprotección, lo que les convierte en un factor de mantenimiento del problema, lo que lleva a que la persona con adicción no avance, y no se responsabilice de su problema.

A continuación se presentan una serie de tips de ayuda para los familiares y el entorno de la persona con adicción: 

  • Como la adicción ocupa gran parte de nuestro tiempo y energías, en muchos casos dejamos de cubrir nuestras necesidades y hacer aquellas cosas que nos proporcionaban bienestar. Al estar tan pendientes y atentos de la persona con adicción, mi mundo solo gira en torno a él/ella y a sus problemas. Una actividad que podemos intentar llevar a cabo es el siguiente: buscar un momento del día para mí, donde no voy a dejar que nada me interrumpa ni me moleste. Me voy a parar y pregúntame: ¿cómo me siento?, ¿estoy manejando bien esta situación? ¿qué necesito? Después, voy a dedicar un tiempo a hacer algo que sea satisfactorio para mí y a atender mis necesidades, por ejemplo darme un baño, leer, escuchar música que me guste…
  • Ponernos en el primer plano. Esto no significa que vayamos a dejar de lado a mi familiar, sino que también me hago cargo de mis propias cosas, y no sólo de las suyas. Debemos priorizar nuestras necesidades, y si mi familiar tiene algún problema o me necesita, debo tener en cuenta que yo también cuento. ¿Qué debemos hacer en estos momentos? Pararme y decidir: ¿El problema que me presenta puede manejarlo por sí mismx? Si la respuesta es sí, debo intentar que lo gestione, ya que así le estaré ayudando a responsabilizarse del problema y a hacerse cargo. Si siempre les sacamos de los problemas, les hacemos un flaco favor, pues no aprenderán a resolverlos por si mismxs. Si la respuesta a esta pregunta es no, ¿qué vamos a hacer? Tenemos dos opciones: Si el problema no es urgente, ayudaré a mi familiar después de haber atendido mis asuntos y necesidades. Ayudando también a la persona con adicción a trabajar su tolerancia a la frustración, y de nuevo haciéndose más consciente del punto en el que se encuentra. En cambio, si el problema es urgente, le ayudaremos. Posteriormente, debemos marcar unos límites firmes, ¿esto que significa? Explicarles que esta situación no se puede mantener en el tiempo, y lo que va a ocurrir si se vuelve a repetir. Es importante que nos mostremos segurxs con nuestra decisión, y explicar que lo hacemos por lo mucho que les queremos, y que si seguimos así, estaremos manteniendo su problema, en vez de ayudarles a salir de ahí.
  • La familia debe hacer equipo y mantenerse unida, y de esta forma acompañar a su familiar de una forma sana, es decir, yendo todos a una, siendo consistentes y remando en una misma dirección. Y de esta forma poder poner límites sanos, y acompañar a la persona hacia el cambio.

Estos pequeños tips nos pueden ayudar a tomar conciencia del punto en el que nos encontramos, de cómo la adicción nos está arrastrando y controlando nuestra vida. Cojamos nosotrxs las riendas, decidamos acercarnos al bienestar.

Hay terapias dirigidas especialmente a los familiares de personas con adicción, cuyo objetivo es ayudar a todos sus miembros. Permítete pedir ayuda y darte la oportunidad de alcanzar el bienestar.

 

 

 

María del Castillo Delgado

Psicóloga Sanitaria

Especialista en Trauma y Apego

Marzo 2021

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