CÓMO PROMOVER LA SALUD EN LOS MENORES

CUANDO LAS PAUTAS DE HIGIENE PARA LA PREVENCIÓN SE CONVIERTEN EN UNA OBSESIÓN PARA LOS MÁS PEQUEÑOS

 CÓMO PROMOVER LA SALUD EN LOS MENORES

 

A partir de la aparición de la COVID-19 y las medidas de higiene que nos han transmitido, ha aumentado la atención que tenemos sobre la limpieza, el lavado de manos y la desinfección. Esto unido a la tensión por querer tenerlo todo controlado y minimizar al máximo la posibilidad de contagiarnos hace que nos cueste mantener un equilibrio entre la falta de toma de medidas y la obsesión por desinfectarnos.

Esta situación también puede afectar a los más pequeños ya que en la mayoría de las ocasiones aprenden y toman como referencia lo que ven en casa, cómo actúan los adultos. Además, han pasado de estar confinados durante más de dos meses, recibiendo la información de que salir a la calle es peligroso a todo lo contrario (ahora puedes/debes salir a la calle). Por todo ello, es normal que se encuentren confundidos y en algunas ocasiones el miedo por el contagio del coronavirus haga que salgan y no disfruten de los paseos porque no se sientan lo suficientemente seguros.

En definitiva, los niños pueden centrar su atención de forma obsesiva en las medidas que hay que tomar (cómo lavarse las manos, el cuerpo, desinfectar juguetes…)  tanto en su caso como en el de sus figuras de referencia, que en el disfrute de las actividades que realizan.  Además, en este contexto es habitual que aparezcan algunas emociones como ansiedad, miedo o culpa, lo que hace que sea más complejo de gestionar y su malestar aumente.

Como en otros ámbitos la clave está en alcanzar un punto intermedio para obtener bienestar ¿Cómo encontramos el equilibrio entre cuidar su seguridad pero no paralizarse? A continuación, se desarrollan una serie de pautas a tener en cuenta para poder gestionar esta situación:

  • Aportarles información: En función de su edad podremos extendernos mas o menos, pero es importante que sepan por qué hay que lavarse las manos, desinfectar… también por qué no es bueno hacerlo en exceso, ya que podemos obtener el efecto contrario. Podemos apoyarnos en algunos recursos como cuentos o videos. Incluso también podemos crear dinámicas donde desde el juego incluyamos la rutina de manera divertida y de esta manera desdramatizar la situación.
  • Hacer una lista de situaciones en las que sí debemos lavarnos las manos en casa: Con algunos niños funciona muy bien el elaborar juntos una lista (puede ser con imágenes o pictogramas) sobre cuándo sí es necesario lavarse las manos y colgarla en algún sitio visible de casa. En esta lista puede aparecer, por ejemplo: al llegar de la calle, antes de comer, después de ir al baño etc. De esta manera, cuando nos pregunten ¿puedo volver a lavarme las manos? Una forma sencilla de que sean autónomos y promover su seguridad es acceder a la lista y si no aparece ¡no es necesario!
  • El refuerzo es fundamental: Reforzarles si son capaces de cumplir las normas de la lista elaborada es algo que les motiva a continuar y a sentirse seguros con lo que están haciendo. El refuerzo puede ser desde algo verbal como ¡qué bien lo has hecho! a una actividad que le guste mucho realizar con nosotros (jugar con sus juguetes preferidos).
  • Espacios de relajación durante el día: Esta situación puede alterar a algunos niños y promover actividades como respiración, juegos de relajación, escuchar música o lectura de cuentos de forma diaria fomenta que la tensión y preocupación desciendan.
  • Evitar que la higiene se convierta en el único tema de conversación: Es bueno que se puedan expresar y mostrar sus preocupaciones, nosotros como padres y madres lo recogemos y validamos, pero ese espacio no debe convertirse en algo demasiado extenso. Proponer otros temas de conversación que les parezcan interesantes y que les distraigan ayuda en el proceso.
  • Convertir las salidas fuera de casa en algo agradable junto con sus respectivas medidas de seguridad: Es positivo crear una relación entre estar fuera con mascarilla y pasármelo bien, por ello podemos intentar elegir algún tipo de juego que podamos desarrollar fuera de casa para que de esta manera se relajen, se distraigan y la tensión por el miedo a contagiarse disminuya. Por ejemplo, jugar al pilla pilla o actividades en bicicleta o patinete.
  • Somos sus referentes: Intentar acompañarlos en todo el proceso y seguir las mismas normas que ellos para que vean que su modelo principal está haciéndolo.
  • El acompañamiento emocional es fundamental en estos momentos. Se puede fomentar espacios para hablar de sus miedos, intentar ponerle nombre a las emociones que sienten, validar lo que expresan y poder reestructurar pensamientos erróneos que pueden aparecer en estos casos,  como por ejemplo: “ si toco el suelo y no me lavo las manos me puedo morir” o “ si me acerco mucho a una persona en el parque mi ropa ya está infectada” . Estos pensamientos podemos hablarlos con ellos y explicarles por qué no son válidos.

Todas estas pautas son interesantes tenerlas en cuenta para ayudar a nuestras hijas e hijos a que puedan tener una higiene adecuada sin convertirse en algo obsesivo. A veces puede ser necesario una intervención psicológica si observamos que su preocupación va en aumento y no podemos manejarlo. Si te encuentras en esa situación no dudes en ponerte en contacto con AtienzaBoada Centro de Psicología, donde nuestro equipo cuenta con profesionales de la psicología especializadas en terapia infantil.

 

 Junio 2020

Esmeralda Rosell Medel

Psicóloga Sanitaria especialista Infanto-Juvenil

AtienzaBoada Centro de Psicología

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